Micro relato para el micro reto de "El tintero de oro"
LA IMPAGABLE AYUDA.
Seguramente mi padre se llevará una gran sorpresa cuando me
vea a aparecer por casa a estas horas de la mañana, cuando se supone que
debería estar en el trabajo, sacando cuentas y más cuentas.
El autobús está a rebosar, pero se levanta un chaval y me
cede su asiento, aduciendo que se baja en la siguiente parada.
Me siento, y no puedo evitar acordarme de momentos puntualmente
significativos de mi vida y lo perdida que hubiese estado si encima de no tener
madre, no hubiese tenido un padre como él.
Recuerdo como, cuando ya fui teniendo edad de que me bajara
la que sería mi incordio mensual, se sentó y me explicó en qué consistía, lo
que tendría que hacer, hasta como se ponían las dichosas compresas. Para que la
clase resultara favorable gastó un paquete entero… hasta que supo ponerlas de
la forma correcta.
No fue ningún trauma ni dolor de cabeza, gracias a su clase
magistral.
Cuando por fin me bajó, llegó la charla sobre sexo, la cual
la mayoría de padres habría evitado argumentando mil y una tonterías. Sin embargo,
el mío, se sentó y me hablo de sexo, de métodos anticonceptivos, de
ginecólogos…una charla muy completa e instructiva.
Cuando me abre la puerta se sorprende, me besa y me invita a
pasar a la cocina. Está haciendo la comida, arroz caldoso de conejo. Me invita
a quedarme, acepto, tonta no soy.
Se sienta y me pregunta por mi visita a esas horas, si hay
algún problema…
Lo miro llena de ternura, como le quiero, cuanto le debo,
cuanto le necesito, más si cabe a partir de ahora.
Le cuento mis recuerdos.
Que va a tener que enseñarme.
Que va a ser abuelo.
Yyyy
¡Es una nena!
Nos miramos a los ojos, y entonces sonreímos.
Nos miramos a los ojos, y entonces sonreímos.
¡Qué delicia Mari Carmen! Un padre-madre-abuelo-abuela. Un padre multiterreno el tuyo.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un padre muy comprensivo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mari Carmen, muy bonito tu relato. Sólo atenta a los acentos pues faltaron varios y por ejemplo cuando leí "Cuando por fin me bajo, llego" en vez de "me bajó, llegó" me confundí en la lectura. Por lo demás me gustó mucho tu relato. Homenaje a los buenos padres que sí los hay. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarUn micro muy dulce, concuerdo con los acentos que te marcó Mery.
ResponderEliminarPara cumplir con el reto, la frase final es "Y entonces sonrió", en este caso tndrías que poner "Y entonces sonreímos.
Saludos.
Hola, Mª Carmen. Recuerda que el micro debe terminar con la frase "y entonces sonrió" puedes modificar la persona y el número del verbo sonreír pero no la frase. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Mari Carmen, un micro que valora mucho el rol de un buen padre, tan tierno y comprensivo como cualquier madre, los hay y !cúan valiosos son!
ResponderEliminarQue pases una agradable semana.
Hola, Mari Carmen.
ResponderEliminarQué relato más tierno, bonito y encantador. Y qué padre más maravilloso, todo él. Me ha parecido precioso.
Un fuerte abrazo.
Mari Carmen un gran padre el que describes en este relato.
ResponderEliminarLa descripción de todos los pormenores es muy buena, con todo lujo de detalles.
Muy gracioso el detalle de la bolsa de las compresas.
Un abrazo
Puri